Antes de la pandemia vivíamos en una sociedad sumida en el estrés. La ansiedad y la depresión estaba en su punto álgido, es frecuente que me pregunte que técnicas recomendaría para mejorar. El ritmo de vida sedentario que impera en la actualidad no favorece en ninguna medida el drenaje de las emociones que se nos presentan en la vida cotidiana. Cuando comenzó la pandemia nos encontramos en una situación surrealista en la que no sabíamos como ni cuando iba a terminar, pero desde luego lo que nos queda constancia es de como favorecía una vez más el sedentarismo. Perdimos el control de nuestra vida, no sabíamos que hacer para cuidar la salud mental. Muchos sentimos miedo y ansiedad. Pasear, caminar, nos redescubre que aún seguimos teniendo el control y se convierte en un espacio en el que aún nos podemos cuidar mentalmente.
Al caminar, la vida camina a nuestro lado, y desde ahí se puede crear una conexión muy importante para volver a sentirnos fuertes de nuevo, también nos ayuda a tomar perspectiva y relajarnos. Nos recuerda, que pase lo que pase en la vida, el presente es temporal y podemos seguir hacia adelante.
Todos sabemos que caminar es bueno para la salud física y mental. Pero nunca sabrás lo beneficioso que es para ti hasta que comiences a caminar.
Cuando estas ansioso o deprimido, tu mundo interior se vuelve muy pequeño. A veces solo necesitamos levantarnos y movernos. Podemos hacerlo todos los días, cuantas veces queramos. Es algo muy accesible y de increíbles efectos.
Te deseo: ¡buen camino!
Irene Poza. Psicóloga
Instituto Psicoterapia Reencuentro
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