Son muchas las personas que se encuentran encerradas entre las rejas del vacío. El sentirnos vacíos o experimentar que nuestra vida está vacía es tan abrumador como angustiante.
Este vacío es muy amplio porque si bien nos ha podido acompañar desde siempre, también puede darse en momentos determinados de nuestra vida.
Las causas derivan de vivencias de la infancia y de hechos traumáticos; pero, en la actualidad, como profesional he podido escuchar y observar que esta sensación de sentirse vacío está ligada o se debe a las relaciones poco auténticas.
En consulta, trabajamos en aprender a construir relaciones sanas, y no me refiero solo a las relaciones de pareja, sino a todas las conexiones que tengamos en el transcurso de nuestra vida. Aquí, la palabra clave es CONSTRUIR.
Si no construye, no sirve y lo que no sirve, hace mal.
Recuperar la confianza para saber reconocer y conectar con las oportunidades que en este vacío somos incapaces de ver. Ser sinceros con nosotros mismo, trabajamos sobre la soledad y para esto es importante ponerle nombre a todo lo que nos pasa, ir a lo particular.
La pregunta que necesitamos contestar, sería: ¿qué lugar es el que necesita ser llamado?
Irene Poza. Psicóloga. Wh +34 664 499 331