Buscar pareja en pandemia 2
En esta última década como profesional he encontrado multitud de testimonios de personas que se autoproclaman dependientes emocionales, ¿como nos gustan las etiquetas? y menudo peligro conlleva. Creo que hemos tenido tal campaña contra los males del amor romántico que en algún momento hemos creído que el amor nos hace esclavos y que solo nos aportará sufrimiento.
Sin embargo en la actualidad, en plena pandemia por el coronavirus son muchas las situaciones que nos estamos replanteando, lo hacemos reflexionando sobre el verdadero impacto que tienen en nuestra vida. Todos conocemos testimonios muy crueles de aquellos afectados obligados a permanecer confinados y la tragedia que han enfrentado respecto a la soledad y falta de cuidados durante la enfermedad. Personas que por opción o por imposición estaban obligados a vivir sin afecto.
En fin, que es una realidad el aumento de falta de red social y ausencia de vínculos, si cierto que tal ausencia a un nivel puede parecer que te ahorra de muchos conflictos. Lo que también podemos observar es que un mal momento personal estará marcado e incrementado por la falta de personas en las que apoyarse, es desde ahí que muchas personas están enfrentando a la soledad además de a la pandemia.
La propuesta de esta nota para ti es la invitación a darte cuenta de lo difícil que es vivir sin afecto. Puedes entonces plantearte vivir con amor, pero amor del sano, y esto ha de trabajarse para que la forma en la que nos relacionemos sea una amor que construye, un amor que suma, un amor que acompaña desde el respeto; es decir un amor que no tiene el fin de esclavizarnos.
Yo suelo referir que el poder y el deseo de amor mueve el mundo, pero no olvidemos que hacernos dependientes del poder o del deseo, más que mover nuestro mundo diría que lo frena. Así que la idea no es reprocharse por las ganas naturales de que surgen del amor, o colgarse la etiqueta de “dependiente emocional”. Se trata de cultivar las capacidades que nos convierten en seres autónomos, van a ser las que nos van a facilitar soltarnos en las relaciones que no funcionan, ya que ese miedo al abandono a no gustar, etc convierte al amor en una contradicción.
Declararse con ganas de vivir el amor es promover el que se de tal afecto y por supuesto el encuentro. Si hay que romper con algo será con el desapego por enfriamiento del corazón, con la indiferencia o el uso del otro como si se tratase de un objeto o un simple producto. Las personas somos seres sintientes, eso es una realidad a la hora de abordar los temores que surgen en cada inicio, nada de promocionar el egoísmo o la deshonestidad hacía al otro que ha llevado a muchas personas a vivir el desamor por la simple ausencia de haber sido tenido en cuenta. El hecho de desear una pareja y la suerte que acompaña a que se dé el encuentro es para sentirlo, para disfrutarlo, aprovéchala mientras se de ese intercambio y ponte en camino si hay estas en búsqueda.
Irene Poza. Psicólogo
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