ENEAGRAMA

¿En qué consiste el eneagrama? Trata de una herramienta de clasificación de la personalidad, utilizada para el conocimiento personal. La palabra eneagrama proviene del griego ennea «nueve» y gramma «trazo». Se cree que se originó en el Medio Oriente hace más de 2.500 años. Su aparición en nuestra época se debe a George Ivanovich Gurdjieff de nacionalidad armenio-griega nacido alrededor de 1875 quien creía que los antiguos habían desarrollado esta ciencia para transformar la mente humana. En los años 70 el boliviano Oscar Ichazo y su discípulo, el reconocido psiquiatra chileno Claudio Naranjo, aplicarán el eneagrama para el estudio de la personalidad.

¿Simbología del eneagrama? Se representa en una imagen geométrica compuesta por nueve elementos que marcarán cada tipología de carácter y están ubicados dentro de un círculo dentro del cual se encuentran circunscritos un hexagrama y un triángulo equilátero. Ya tradiciones antiguas nos referencian al círculo como representación de la unidad, el todo. El triángulo hace referencia a la ley universal del tres, a las tres fuerzas básicas (activa, pasiva y neutra/conciliadora) que configuran nuestra psique y la vida en general. El hexagrama junto con el círculo se refiere a la ley del siete, que guarda relación con la dinámica de cualquier proceso creativo.

¿Para qué utilizar el eneagrama? Consiste en un método para la observación y autoconocimiento personal, te puede ayudar a descubrir tus talentos y trabajar en tus limitaciones. A través de entender tu funcionamiento dentro de un eneatipo concreto puedes obtener un mapa de tu propia psique con el que mejorar tus relaciones íntimas y sociales e incluso enfocarte exitosamente en tu profesión.

¿Cómo se dividen los 9 eneatipos? Los seres humanos nos regimos por tres centros: instinto, emocional y pensamiento. Normalmente tenemos excesivo contacto con uno de los instintos desconectándonos del resto. Es un objetivo conocer e integrar por la persona ambos aspectos.
Triada del instinto: eneatipos nueve, ocho y uno.
Triada emocional: eneatipos tres, dos y cuatro.
Triada del pensamiento: eneatipos seis, siete y cinco.

Breve descripción de los 9 eneatipos:

El uno: Dominado por el sentimiento de la ira que le impulsa hacia la exigencia del perfeccionismo, hacia los otros y hacia sí mismo. Tienen doble moral, siendo más indulgentes consigo mismos. Su yo ideal es ser perfecto, creen que se alejan por ser juzgados en sus imperfecciones. Buenos defensores de sí mismos: siempre tienen razón.

El dos: Se encuentran dominados por el orgullo entendido como una máscara de sobreabundancia, mostrando que no necesitan y siendo especialistas en detectar la necesidad del otro y procurársela para hacerse importante y ganarse su aprecio. Dan para recibir y si no reciben se enfadan. Se alimentan de la sensación de tener cosas que dar.

El tres: Se esconden tras una falsa vanidad, confunden ser con parecer, utilizando esta imagen como una máscara para no mostrarse. Tienen facilidad para detectar dónde tener éxito y dificultad para tener contacto consigo mismo. Buscan la eficiencia para que el otro lo tenga presente, pero con una máscara para no ser descubiertos.

El cuatro: Utilizan la envidia como un recurso constante de compararse constantemente con lo de afuera, para cerciorarse de su carencia y poder caer en el victimismo. Se genera su sensación de carencia porque siempre percibe afuera lo que él quisiera tener dentro de sí. Se sienten fácilmente agraviados y exhiben sus necesidades a través de la queja.

El cinco: Dominado por la avaricia, entendida como su dificultad de darse a los demás generando su aislamiento. Sustituyen su contacto con los demás por el contacto con el conocimiento u otros objetos, así se siente a salvo de su miedo a perderse o ser invadido por el otro. Necesitan tiempo y espacio para ellos solos, manteniendo la distancia en el contacto personal. Buscan algo que les falta sin saber de qué se trata.

El seis: En su sentir profundo conectan con el miedo, en muchas versiones a veces hasta lo disfrazan de valentía. Miedo al miedo, miedo a equivocarse, miedo a sentirse culpables, etc. Creen que el mundo es más peligroso de lo que lo es. Su relación con las figuras de autoridad suele ser ambivalentes: de rebeldía y de lucha por tomarlo. Les cuesta entregarse a las cosas o a las personas por el miedo a ser dañado. Anticipa y duda por miedo a equivocarse.

El siete: Se desarrolla a través de la gula, entendida como su necesidad hacia el placer para desconectarse de la angustia. Viven en el autoengaño de que se puede vivir sin dolor y sin angustia. Su visión ideal de sí mismo es ser optimista. Aparentemente no muestran conflictos teniendo explicación para todo, se saben engañosos y lo viven con culpa aunque no lo suficiente para dejar de ser muy permisivos con sus actitudes.

El ocho: Se habla de la lujuria en este rasgo entendida como la búsqueda de intensidad en la vida. Este exceso lo plasman en todo: la sexualidad, el trabajo, las relaciones, etc., como forma de sentirse vivos. El ocho se sintió muy ofendido en su vida y se hizo muy fuerte para no volver a ser ultrajado. Para él el mundo se divide en fuertes o débiles. Tienen mucha dificultad para conectar con la ternura o la compasión. Creen que en la vida se consigue todo luchando.

El nueve: Dominado por la pereza de verse a sí mismo. Aprendió a reprimir su necesidad y confluir con las del otro u otros, que serán los más importantes para un nueve. Aprenden a no reclamar y vivir en la resignación. En un grupo prefieren no destacar, así confunden ser con pertenecer. Dan mucho, hacen mucho, pero siempre para el otro.

NOTA: La clasificación anterior es una breve aproximación de la descripción de cada eneatipo. De hecho todos los eneatipos viven cada una de las emociones, el acontecimiento que marca que te descubras en un eneatipo concreto tendría que ver con la intensidad de sufrimiento e imposibilidad de reaccionar con un patrón diferente de conducta hacia una situación concreta. Saber más sobre cómo te quedas fijado en ese patrón desde la explicación de tu tipología te ayudará a desarrollar otras posibilidades.
Si quieres conocer más sobre tu carácter desde el eneagrama te puedo orientar en mi consulta de psicología en Madrid y online.

VIDA, no es lo que te ha pasado, es lo que te CUENTAS que te ha pasado.

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