La Sanación de las Cinco Heridas

Como continuación a la descripción de las 5 heridas que os deje en un post anterior, aquí os comparto unas líneas para que continuéis profundizando, en este caso, en su sanación.

HERIDA DE RECHAZO E INJUSTICIA

He unido estas dos heridas, por el vínculo que hay entre ellas. El niño que sufre rechazo cree que si no molesta será querido y valorado. Sin embargo, pasara el tiempo y descubrirá que no es visto, esto es lo que hace que se active la herida de injustica. Ambas heridas serán dominantes según el momento de la vida, observaremos en el transcurso de los años posibles cambios.

La persona se queda en la herida de rechazo cuando intenta justificar la conducta de la persona que lo rechazo; si sucede que se rebela, se debe a que esta conectado con la herida de injustica.

La herida de injusticia nos ayuda a no sentir la herida de rechazo.

Debido a que estas heridas hacen que la persona se vuelva huidiza, es la razón de que provoque cada vez más miedo a equivocarse. Estas dos heridas impiden aceptar la ayuda de los demás. Así la reacción del huidizo es rechazar pensando que no quiere molestar y que puede apañárselas solo.

Para que identifiques en que situaciones contactas con esta herida, te propongo, anotar, durante algunos días, todas las veces que tus heridas de rechazo e injusticia se activan y cómo te obligan a ponerte la máscara de huidizo.

 

HERIDA DE ABANDONO Y DE TRAICIÓN

A semejanza de las dos anteriores, las de abandono y traición, también están íntimamente relacionadas.

Después de la herida de rechazo, la herida de abandono es la que más dolor causa, ¿por qué? Porque la vivimos de forma pasiva, en nuestro interior. La persona vive una profunda tristeza en si mismo. El problema de quedarse fijado en esta herida es que puedes creer que nunca recibes la suficiente atención. Las personas con esta herida se aman tan poco a sí mismas que no dejan de poner pruebas de amor a los demás. Esto explica porque una persona con esta herida puede comer gran cantidad de alimento sin darse cuenta de que su cuerpo no la necesita.

La herida de traición se empieza activar cuando se comienza a expresar la ira por todo eso que se cree que falta. Y como conducta aparece la mascara de controlador, para contabilizar cuando si hay y cuando no hay. Las personas afectadas por la herida de traición ganaran peso porque se sienten culpables. Estas heridas se activan por el miedo a no querer cuidarse o a cuidar de alguien, lo que sería una señal de debilidad.

Te propongo que, para saber más de esta herida, durante unos días anotes las situaciones en las que llevas la máscara de dependiente o de controlador porque se han activado tus heridas de abandono y de traición. Esto te hará más consciente sobre como reaccionas.

 

HERIDA DE HUMILLACIÓN

La herida de humillación es la única que no padecemos todos. La herida de humillación afecta a la relación contigo mismo, no con los demás. Cuando las personas viven una situación en la que están heridas, sufren consigo mismo, no intentan herir a los demás. Al contrario, intentan defender o justificar al otro.

Las personas que sufren la herida de humillación utilizan el comportamiento del masoquista, que se trata de paliar la ansiedad dañándose así mismo. Y si alguien hace un comentario descortés hacía un masoquista, este no se lo tendrán en cuenta, ya que sus juicios sobre sí mismo están motivados por la vergüenza.

Para saber más sobre esta herida, te remiendo que anotes todas las veces que disculpas algo que te ha molestado, porque esto es lo que te indica que se ha activado tu herida de humillación.

 

Es posible que sientas cada una de estas heridas, pero es importante que no confundas tus sentimientos con los nombres de las heridas.

Si necesitas que te ayude a descubrir y trabajas tu heridas, no dudes en pedirme ayuda.

Irene Poza. Psicóloga

C/ del Prado 26, bajo, der. Madrid centro.

Tl 664 499 331

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