En tu interior conviven aspectos diferenciados, igual que hay distintos tonos de azules, lo único que tienen en común es su color base.
Lo mismo sucede en tu caso. Al igual que todos nosotros eres un ser multidimensional. Posees muchas facetas distintas que integran tu Yo. Estos distintos yoes forman un mosaico que conforman todo tu ser.
Está el yo cuya identidad básica se mezcla con una autoestima alta; así eres cuando te sientes radiante. Y después esta tu yo cuya identidad básica se mezcla con los traumas y baja autoestima; así eres cuando actúas de forma neurótica, compulsiva y adictiva. No existe la persona totalmente perfecta ni totalmente imperfecta. Las facetas imperfectas no significan que sean malas, significan que han sufrido daños.
En otros aspectos de tu vida seguro que has triunfado, no obstante en lo que concierne al tema de la alimentación, que se relaciona con la salud, es como si tus cables del cerebro se hubieran enredado. Lo saludable te parece aburrido.
Aquí ocurre que el cerebro ha registrado como sedante algo que en realidad te es dañino, la confusión es tan grande que a nivel racional no tienes herramientas para darle solución.
Tú eres tú, tanto como si te alimentas bien, como si te alimentas mal. Sin embargo cuando comes bien expresas amor hacia ti mismo, en cambio cuando manifiestas ansiedad o temores, la situación acaba en atracón.
Todas las reacciones del Yo No Delgado nacidas de la ansiedad y el temor van a resultar que van a mantener el sobrepeso. ¿No deberías aprender a hacer otra cosa con tu ansiedad?
El Yo No Delgado no ha pedido estar ahí, no se siente cómodo. Su presencia ha sido requerida por ti, nadie sino tú lo ha invocado. ¿Cómo es posible?
Por fuerte que sea tu tendencia a comer en exceso, la nota de hoy es una invitación a resolver la relación entre la parte que se alimenta de forma consciente y la que se alimenta de forma disfuncional. No hablemos de dos entes aislados, sino de dos partes de una misma persona, estas dos facetas se manifiestan continuamente en tu vida.
Parte de tu conflicto interno se debe a que, si bien tu mente consciente desdeña al Yo No Delgado, tú inconsciente se siente agusto en él.
A medida de que reintegres una parte tuya que al conocerla ya no puedes renegar de ella, te pondrás al mando. Con algo que no se comprende, no se puede negociar. Tu objetivo es abrirle paso a tu Yo Delgado.
Querido Yo con exceso de…
Querido Yo flacucho…..