Es irónico, pero cuanto más evitamos hacer un balance del tiempo pasado, es cuando más lo hacemos. Y es inevitable que a esta altura del año, nos detengamos (aunque sea solo en un pensamiento pasajero) para mirar hacia atrás y castigarnos por haber dejado escapar el tiempo, por no haber dicho o hecho tal cosa, por haber aceptado demasiado tiempo alguna situación, por no haber peleado más por algo, por no haberme priorizado, porque nuevamente me encuentro solo cuando ya sabía que lo iba a estar y no hice nada para que fuera diferente, por, por, por… innumerables por.
En este balance obligado, te recuerdo, que para lo que quieras modificar: Solo hay un momento y ese es AHORA