Como otros procesos personales, el tema de la relación que mantenemos con la comida nos brinda un camino de autoconocimiento y una oportunidad más para sanarnos.
Mi propósito es lanzarte unas recomendaciones para que puedas avanzar y reaprender una alimentación intuitiva. Este proceso implica partir de la curiosidad, en lugar del juicio.
Si eres capaz de renunciar a la inutilidad de comenzar mil veces el tipo de dietas de las que ya eres consciente que fracasas, comenzaras a consumir lo que realmente tu cuerpo necesita. Ten presente que: centrarte en el objetivo de perder peso interferirá en tu capacidad de discriminar lo que necesitas basándote en las señales de tu cuerpo.
PRIMERA FASE
Disposición: tocar fondo con las dietas
Si estas cansado de valorar cifras: número de calorías, el número de la báscula y utilizas un lenguaje restrictivo, posiblemente has perdido el contacto con tus señales de saciedad biológicas. Seguramente estas comiendo lo que crees deberías consumir en vez de eso que te alimenta. Así no es de extrañar que termines utilizando los alimentos solo para consolarte.
Para que finalice esta fase, has de decirte “basta” a esta forma de seleccionar lo que consumo.
SEGUNDA FASE
Exploración: aprendizaje consciente y búsqueda de placer
Se trata de un momento para elaborar una hiperconsciencia en la que hacerte de nuevo con tus señales intuitivas: hambre, saciedad, satisfacción, etc.
La hiperconsciencia alimentaria de la que te hablo, es lo contrario al pensamiento obsesivo que es omnipresente y en el que predomina la preocupación. En este caso ponemos atención a cuando comenzamos a comer y desaparece cuando la comida ha terminado.
Ten en cuanta que los años que has estado comiendo solo lo que “deberías” habrán dado lugar a que te desconectes de tu impulso alimentario interno y de tus verdaderas preferencias.
Observa cada experiencia nueva que provenga de los alimentos, el conjunto de datos que a priori creas que son insignificantes en su conjunto marcaran la diferencia.
TERCERA FASE
Cristalización
Aquí vas a despertar en tu propio estilo de alimentarte, que siempre ha formado parte de ti, pero que estaba oculto. Los conocimientos adquiridos de las dos fases anteriores se transformará en una conducta sólida.
Vas adquirir confianza en tu derecho de elegir que quieres comer y descansar en la fiabilidad de tus señales biológicas.
Si has sido un comensal emocional, te harás pronto un experto en distinguir las señales de hambre biológica y las de hambre emocional.
CUARTA FASE
El comensal intuitivo despierta
Desaparecerá la carga y la culpa de lo que está permitido y no permito consumir, del mismo modo respecto al ejercicio, en esta fase lo utilizaras por el puro placer de moverte y sentirte vital.
SIN DUDA, ¡Tú puedes hacerlo!
Si necesitas ayuda individual para implementar estos pasos no dudes en consultarme
Irene Poza. Psicóloga
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